Por Reinaldo Venegas
Uno no viene a Las Vegas esperando jugar fútbol. Menos aún representar a su país. Y mucho menos, armar una selección nacional en menos de 24 horas. Pero si algo me ha enseñado el poker —y la vida— es que cuando el flop trae un proyecto, hay que saber convertirlo.
Todo comenzó el 1 de julio. Steve Enríquez, del GGTeam, me tiró el dato: “¿Por qué Costa Rica no tiene equipo en el World Cup of Vegas?” Le respondí con la verdad: hacía 11 años que no jugábamos ese “mundialito” de un día. Entonces Steve me hizo el pase: me conectó con los organizadores y me dijo: “¿Te animás a armar algo?”
Yo viajaba el 2. El torneo era el 3. Tenía menos tiempo que un satélite turbo.
Pero cuando uno tiene un grupo de ticos en WhatsApp y un poco de locura, todo es posible. Les dije que ahí iban a estar los cracks que vemos en Triton, PokerGO, EPTs. Les mostré un video de Adrián Mateos y fue suficiente para que se apuntaran varios. Les vendí la idea como si fuera un overlay en el Sunday Million. Y funcionó.

El 3 de julio, Costa Rica volvió al mapa futbolero del WSOP.
De vuelta a las canchas (y con sobrepeso)
El torneo tenía 18 equipos. Tres de Argentina, porque claro, son argentinos. Nosotros caímos en el grupo de la muerte: Eslovenia, Canadá, Alemania y uno de los albicelestes. De entrada, caras conocidas: Steve (al fin en persona), Adrián Mateos, Fabrizio González, Jorge Hou, Damián Salas. Este último me tiró una bomba: “¿Sabés quién viene?… ¡el Kun!” No sabía si alegrarme o esconderme.

La charla técnica del primer partido fue… honesta: “Muchachos, no somos un equipo. Nunca hemos jugado juntos. Juguemos este partido para ver qué pasa.”

Formato: indoor soccer, 7 minutos por tiempo, cancha más grande que la de fútbol 5 y sin que la bola se vaya. Yo, con 47 años, era el más viejo. Le seguía Alejandro “Chavo” Ávila, amigo desde kinder, y con físico de veinteañero según un reciente examen médico. Tillo Fonseca (ex Herediano, dicen) nos daba jerarquía. Andrey “Potillo” Luna, portero de Poás, venía de ser campeón con su equipo de pueblo. El Bombardero de Poás, le bauticé. Un equipazo… en potencia.

Partido 1 – Canadá 2, Costa Rica 1
Nos anotaron primero, empatamos con gol de Pacheco, pero el más gordito (y mejor) de Canadá nos vacunó al final. Frustración. Pero no desesperanza.
Partido 2 – Eslovenia 2, Costa Rica 1
El partido “fácil”. Anotamos primero (Fonseca), pero en un error táctico nivel bronce, cambiamos el equipo completo cuando íbamos ganando. Nos empataron. A 20 segundos del final, nos ganaron. Silencio. Dolor. Calculadora.
Partido 3 – Alemania 1, Costa Rica 1
Nos tocaba bailar con los campeones. Decidimos jugar como jugamos siempre que estamos contra las cuerdas (incluso en el fútbol profesional): a morir. Empezamos perdiendo, empatamos con gol de Tillo tras pase de Chavo. El Kun Agüero presente. Todos nos veían. Jugamos bien. Hasta nos felicitaron. Cuando vi a Pacheco tirado en el piso al final del partido, sin aire, supe que lo habíamos dejado todo.
Partido 4 – Costa Rica 4, Argentina 0
Ya eliminados. Pero con orgullo. Les dimos una clase de fútbol a los hermanos del sur: doblete de Chavo, uno de Tillo, otro de Randall Obando. El Kun vio todo desde la grada. Pero ya no dependíamos de nosotros. Eslovenia había hecho su trabajo antes.
El verdadero trofeo
No pasamos de fase. Pero nadie nos quita lo bailado. El corazón tico volvió a latir en Las Vegas. Prometimos volver el 2026. Prometimos entrenar. Prometimos bajar de peso (bueno… eso se ve).
Nos queda la historia. La foto. Y este post.
Así que atentos, cabrones: el próximo año, Costa Rica va con todo.
La Selección Histórica – World Cup of Vegas 2025
- Reinaldo Venegas
- Alberto Fonseca Jr.
- Alejandro “Chavo” Ávila
- José Pacheco
- Randall Hernández
- Andrey “Potillo” Luna
- Randall Obando
- Osvaldo Soto
- Handell Barquero
- Freddy Granados
DT: Paul Cukier

