Un revelador estudio publicado por Poker.Org deja en claro que la práctica de esta disciplina mental, actúa como escudo frente a las enfermedades mentales propias de las edades longevas. La investigación lo establece así con base en diferentes análisis y fuentes estadísticas. Las habilidades matemáticas, la concentración y la sociabilidad que implica el poker, serían claves para reducir el riesgo potencial de desarrollar enfermedades como Alzheimer.
Competir en juegos de destreza mental es tan importante para la salud cerebral, como el deporte para potenciar el buen funcionamiento del cuerpo
Inevitablemente, con la llegada de la edad y el paso del tiempo, nuestro organismo va sufriendo un deterioro de sus funciones vitales. Esto opera tanto para nuestros cuerpos, como para nuestro cerebro y, con él, para nuestras capacidades cognitivas. De la misma forma que la piel pierde lozanía o los músculos reducen su elasticidad; la mente también va viendo reducidas sus capacidades cuando llega la vejez
De a poco, a veces sin notar cambios bruscos, sufrimos de disfunciones de la memoria que alcanzan formas tan agudas como el Alzheimer. En casos más comunes, el desgaste mental llega con formas tan naturales como la incapacidad de sostener la concentración por períodos prolongados. De la misma manera, se experimenta fatiga al pensar con cierto rigor y se deterioran la capacidad de asociación, análisis en incluso síntesis.
Todas las recomendaciones médicas, pasan por el ejercicio físico como actividad necesaria para mantener la salud corporal. De la misma manera se estima que la mente tendrá mejor salud si se ejercita con frecuencia. En ese sentido, resulta más que recomendable incorporar a las actividades diarias prácticas como el ajedrez, el bridge, el poker u otras competencias de habilidad mental. Otras opciones sugeridas para mantener la mente en un estado saludable son el desarrollo de sudokus o juegos de lógica matemática. La lectura, el cine y otras formas de entretenimiento que incentivan la atención, también aportan a esta gimnasia mental.
La postmodernidad: un tiempo convulso para la salud mental
A los riesgos potenciales de caer en un estado de deterioro cognitivo por la edad; nuestra era les ha generado un caldo de cultivo que los agudiza. La tiranía de las pantallas, con la dispersión que eso suele causar para nuestra atención, es una trampa para bloquear nuestra concentración. Igual sucede con el bullicio mental en el que nos han sumido los celulares y las redes sociales. Hay demasiados zumbidos para nuestros cerebros y pocas oportunidades de ejercitarlos en un ambiente tranquilo, con las endorfinas que genera algo que te gusta.
En esas condiciones, no es de extrañar que alrededor de 57 millones de personas en el mundo padezcan algún grado de deterioro mental. Obviamente; se trata de cifras establecidas solo sobre casos diagnosticados o con seguimiento clínico. Casos de celebridades que han padecido de Alzeheimer u otros cognitivos, han visibilizado que estas enfermedades mentales pueden afectar a cualquier persona. Así, el mundo se ha conmovido con documentales inspirados en testimonios como los de Chris Hemsworth y Seth Rogen.

Para ese horizonte adverso a la conservación de la salud mental; podemos valernos de un escudo: mantener nuestra mente alerta, a través de su ejercitación. Un hábito tan saludable y necesario como la buena alimentación, o la higiene personal, es mantener el cerebro activo. Sin embargo, también se requiere un descanso prudente, para que el pensamiento pueda estar dispuesto al momento de exigirlo.
El poker: la medicina que recetaría un buen doctor para buscar la buena salud mental de sus pacientes
Al exigir capacidades mentales como el análisis, el pensamiento asociativo y la operatividad matemática; el poker es realmente un gran ejercicio para nuestras destrezas cognitivas. Y al darse esa exigencia acompañada del gusto o la pasión que produce un juego, es una motivación para mantenerse mentalmente activo en todo momento. El estudio, la lectura, el descanso adecuado y otros hábitos similares a los que induce su práctica a alto nivel, crean un entorno altamente favorable para la salud del pensamiento.

En esa perspectiva, la actividad de competencia, natural en el poker a cualquier nivel, hace que sea siempre un incentivo a querer mejorar. En consecuencia, quien ejercita su mente a través del poker, quiere llevar a un punto cada vez más alto su desarrollo cognitivo y mental.

El caso social del poker
Muchas actividades de ocio han demostrado tener efectos positivos sobre las funciones cognitivas y de memoria en adultos mayores. Un artículo reciente en el Journal of Clinical Neuroscience señala que actividades como el mahjong, el ajedrez y el poker “no solo mejoran la función cognitiva y los niveles de memoria, sino que también aumentan la capacidad ejecutiva y mejoran la calidad de vida”.
Donde el poker tiene una ventaja frente a otros juegos estratégicos es en su fuerte componente social.
La famosa frase del poker “no juegues las cartas, juega al rival” puede sonar simplista, pero encierra una verdad: la empatía y la conciencia social son herramientas poderosas en este juego, ya que una gran parte consiste en leer y anticipar las estrategias de los oponentes a través de la percepción, la observación y la intuición.
A diferencia del ajedrez, en el que se enfrenta a un único rival, en el poker normalmente se interactúa con hasta ocho jugadores simultáneamente. Además, la mesa se va renovando a medida que entran y salen participantes, ofreciendo constantemente nuevos perfiles con los que relacionarse, interpretar y socializar.
Este estímulo social no solo brinda nuevos retos cognitivos, sino que también ejercita un conjunto distinto de “músculos mentales”.
Entre los beneficios específicos del poker destacan:
- Procesamiento social mejorado: los jugadores desarrollan habilidades especializadas para leer señales sociales.
- Compromiso comunitario: la interacción regular refuerza la pertenencia.
- Prevención del aislamiento: las actividades sociales estructuradas combaten la soledad, un factor de riesgo clave para el deterioro cognitivo.
En definitiva, el poker no solo es un reto mental, también puede ser una comunidad.
Chris Moneymaker: el poker te mantiene joven
Chris Moneymaker, campeón del Main Event de la WSOP en 2003, lo resume perfectamente:

“Soy muy competitivo. A cierta edad ya no puedes competir físicamente en igualdad de condiciones. El poker me permite sacar esa vena competitiva contra cualquiera, sin importar la edad.
Al envejecer, tu agudeza mental disminuye. Yo estoy cerca de los 50, y juego poker todos los días. Mentalmente me siento como un chico de 15 años. El juego me mantiene agudo, me mantiene joven.
La soledad es un gran problema para los adultos mayores. Tener un home game, una comunidad a la que ir a jugar y pertenecer, es algo que, cuando llegue a los 75 u 80 años, espero seguir disfrutando”.
Conclusión
El poker es un juego estimulante, fácil de aprender pero con una profundidad ilimitada. Puede jugarse en vivo o en línea, por dinero o simplemente por diversión.
Nota traducida y adaptada de nuestros socios oficiales
poker.org
